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Marruecos ha sido elegido hoy nuevo presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La Fundación Rafto para los Derechos Humanos está profundamente preocupada por las consecuencias de estas sorprendentes elecciones.
Hoy, miércoles 10 de enero, Marruecos ha sido elegido nuevo presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Anteriormente estaba claro que la presidencia para 2024 recaería en un país del llamado Grupo Africano de la ONU. La elección era entre Marruecos y Sudáfrica. Marruecos recibió 17 de 30 votos y obtuvo así la presidencia.
La Fundación Rafto para los Derechos Humanos cree que las elecciones son profundamente problemáticas. En una situación en la que todo el sistema de la ONU es criticado por la falta de implementación sobre el terreno en Gaza, esta elección no es la forma correcta de recuperar la confianza.
Violaciones generalizadas de los derechos humanos
En vísperas de las elecciones presidenciales en el Consejo de Derechos Humanos, la Fundación Rafto y otras nueve organizaciones noruegas enviaron una carta pública al ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Bart Eide.
En la carta expresábamos nuestra clara preocupación por la candidatura de Marruecos. Nos sumamos al llamamiento que también había llegado desde el Servicio Internacional para los Derechos Humanos y la Sociedad Civil Saharaui.
Aunque Marruecos no cumplió los criterios esenciales, el país logró convertirse en miembro del prestigioso Consejo de Derechos Humanos en 2022. A pesar de su membresía, las autoridades del país han seguido cometiendo violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
Esto incluye acoso y juicios injustos contra disidentes, periodistas, blogueros y defensores de los derechos humanos, como lo documentan exhaustivamente Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
La ocupación internacionalmente ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos también lleva casi 50 años. El pueblo saharaui ha sido sometido a repetidas y graves violaciones de derechos humanos, incluidos desplazamientos forzados, vigilancia, detenciones arbitrarias y desapariciones, torturas graves, censura y falta de libertad de organización.
Poder simbólico y práctico.
La presidencia otorgada a Marruecos tiene ahora un importante poder simbólico y práctico. El presidente propone candidatos para los órganos de expertos de la ONU, nombra expertos para los órganos de investigación y es responsable de generar conciencia y confianza en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Asignar la presidencia a Marruecos contribuye a socavar la credibilidad de la ONU. Puede proporcionar a Marruecos condiciones favorables para impedir investigaciones sobre sus propios abusos en la ocupación del Sáhara Occidental.
«La zona está sitiada»
Hace veintidós años, en 2002, el Premio Rafto fue otorgado a Sidi Mohammed Daddach (en la foto de arriba del artículo). Daddach, al que algunos llaman el «Mandela del Sáhara Occidental», es un símbolo importante en la lucha del Sáhara Occidental por la autodeterminación.
Recibió el Premio Rafto por su defensa pacífica del autogobierno y los derechos humanos fundamentales del pueblo saharaui. Su lucha constante le ha costado 24 años de prisión marroquí.
Daddach cuenta a la Fundación Rafto sobre la situación todavía muy complicada en el Sáhara Occidental:
«Muchas casas han sido sitiadas y allanadas para impedir cualquier actividad, ya sea cultural, de derechos humanos o de otro tipo. La zona está sitiada y no se permite la entrada a extranjeros», dice Daddach.
Prisioneros políticos
Un número importante de presos políticos saharauis se encuentran actualmente recluidos en cárceles marroquíes.
«Son condenados a penas de prisión que van desde 30 años hasta cadena perpetua. Están sometidos al trato más estricto. La mayoría de los saharauis viven en un estado de pobreza y vigilancia constante. Por estas razones, insto a la Fundación Rafto a oponerse a la candidatura de Marruecos como presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU», afirmó Daddach antes de la votación de hoy.
«Un día triste para los derechos humanos»
Erik Hagen, director general del Comité de Apoyo al Sáhara Occidental, está molesto por las elecciones presidenciales.
«Ahora nos encontramos en una situación en la que un país que se opone activamente al Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha sido designado para dirigirlo. Es un día triste para los derechos humanos. Contribuye a socavar la credibilidad del sistema de la ONU, y en un momento en el que necesitamos más necesitamos más que nunca unas Naciones Unidas fuertes y claras», afirma Hagen.
Source : Rafto
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